jueves, 1 de septiembre de 2016

Un benaventano ilustre

Enrique Pimentel, obispo de Valladolid y Cuenca (1574-1653)
Enrique Pimentel (catedral de Valladolid).

José I. Martín Benito

Juan Alfonso Pimentel (1576-1621), octavo conde de Benavente, tuvo una larga progenie. Ledo del Pozo cita hasta 15 hijos. Estuvo casado dos veces; la primera con Catalina Vigil de Quiñones, hija del conde de Luna, y la segunda con María Zúñiga y Requeséns, hija de Luis Baron de Martorell, Capitán General de Flandes y Gobernador de Milán. No todos los hijos nacieron en el seno de estos dos matrimonios. Es el caso de Enrique Pimentel, que fue concebido por el Conde cuando había enviudado de su segunda esposa.
Como era habitual en la España del Antiguo Régimen, los hijos de la nobleza eligieron dos caminos: el de la vida civil y el de la religiosa. Así, el hijo mayor de Juan Alfonso, Antonio Alonso, heredó el mayorazgo y los estados de Benavente, mientras que el resto obtuvieron encomiendas, hicieron la carrera militar o la eclesiástica. Dos de ellos –Rodrigo y Enrique- obtuvieron obispados; otros dos –Francisco y Pedro- entraron en la Compañía de Jesús y un quinto -Vicente Pimentel- fue nombrado rector de la Universidad de Salamanca con tan sólo 14 años.

La buena posición de Juan Alfonso Pimentel como grande de España [fue virrey de Valencia (1598-1602) y de Nápoles (1603-1611), y al morir en 1621 era miembro del Consejo Real y presidente del de Italia] hizo notar su influencia en los círculos de poder de la monarquía a la hora de velar por los intereses familiares y colocar a sus hijos en cargos y prebendas, cuyas rentas les permitieran llevar un vida holgada. Así debe entenderse la provisión de obispados, que el rey presentaba ante la Santa Sede y esta, generalmente, aceptaba.
Aldaba, puertas de la catedral de Cuenca.

Gil González Dávila (1570-1658) -contemporáneo de Enrique Pimentel- afirma que este nació en Benavides de Órbigo, el 3 de agosto de 1574. Sin embargo, en la Genealogía que acompaña el expediente para su nombramiento de caballero de la Orden de Alcántara, se afirma que era natural de Benavente. Esto último se repite también en el expediente de limpieza de sangre que se conserva en el archivo de la catedral de Jaén. Ambos documentos recogen que era hijo de Juan Alfonso Pimentel, conde de Benavente y de María Asensio Gallega, natural de la villa de Mayorga (Valladolid). Sus abuelos paternos fueron don Alfonso Antonio Pimentel, conde de Benavente y nacido en esta villa, y la condesa doña María Luisa Enríquez, de Medina de Rioseco. Sus abuelos maternos fueron Francisco Asensio y Bárbara del Pozo, naturales de Mayorga.

Armas de los Pimentel en el palacio episcopal de Cuenca
Dicen sus biógrafos que Enrique se crió en Benavente hasta los 13 años. Sin embargo el citado expediente de Jaén afirma que se crió en Valladolid, en la Casa del Condestable de Castilla Don Pedro Fernández de Velasco y de su esposa doña Mariana Enríquez que habitaban fronteros a San Pablo. No debe olvidarse la vinculación familiar con el linaje Enríquez, pues su abuela paterna fue doña Luisa Enríquez y Girón, hija del Almirante don Fernando Enríquez y de doña María Girón.

A los 13 años, edad a la que marchó a estudiar a Alcalá de Henares, de donde pasó a Salamanca, de cuya Universidad fue rector en 1595. En esta ciudad fue colegial de Fonseca, institución a la que, a su muerte, dejó su librería “que es insigne” -compuesta por 7.500 volúmenes-, (Bartolomé Alcázar: Vida, virtudes y milagros de San Julián, segundo obispo de Cuenca, Madrid 1692, pág. 161). Cuenta su contemporáneo, Juan Pablo Mártir Rizo, que Enrique Pimentel se hizo cargo por encargo de su padre de los estados y tierras de la familia, cuando este partió para Italia como virrey de Nápoles (1603).
Armas del obispo Enrique Pimentel.
 Felipe III le concedió el hábito de la orden de Alcántara en 1607, junto con una plaza en el Consejo de las Órdenes Militares. Profesó en el convento de San Martín de Madrid el 10 de julio. El Papa, Paulo IV le concedió una canonjía y un arcedianato en la catedral de Jaén en 1613. Ese mismo año el rey le nombró miembro del Consejo Supremo de la Inquisición.

La carrera de Enrique Pimentel continuó en ascenso. En 1619 se le preconizó obispo de Valladolid. Fue consagrado el 6 de octubre por el arzobispo de Burgos Fernando de Acevedo, actuando como consagrante el obispo de Almería Juan Portocarrero (OFM). Como prelado vallisoletano, celebró el oficio de las honras fúnebres en la iglesia de Santo Domingo el Real de Madrid por la muerte del rey Felipe III. En 1622 fue promovido a la diócesis de Cuenca. Cuatro años más tarde celebró sínodo diocesano. Las armas de este prelado figuran en bronce en las puertas de la catedral de esta ciudad, así como encima de la portada del palacio episcopal y en las propias puertas.

Siendo obispo conquense, en 1628 se le nombró Presidente del Consejo de Aragón y en 1632 se le nombró consejero de Estado. Durante su estancia en Cuenca, ordenó al visitador general del obispado y cura de las villas de Sacedón y Corcoles, el licenciado Baltasar Porreño, que escribiera una obra sobre los escritores espirituales y devotos, “de todos estados y de todas naciones”. Bartolomé e Alcázar dice que fue el número 47 de los obispos conquenses, que fue vice-canciller de Aragón y que no aceptó el arzobispado de Sevilla. Murió en la capital del Júcar el 11 de junio de 1653 y fue enterrado en la capilla mayor de la catedral conquense.

El licenciado Luis Muñoz le dedicó la Vida y virtudes del venerable varón el P.M. Fray Luis de Granada de la Orden de Santo Domingo (Madrid 1639). En la cubierta de la obra se estampan las armas de los Pimentel, timbradas con sombrero episcopal, bajo el cual y sobre la corona condal, va la figura de una rapaz con las alas extendidas, que sujeta en el pico la filacteria con el lema “Más vale”.


El padre Fr. Antonio de Santa María, en su obra la Vida de San Julián, Obispo y Patrón de Cuenca (Alcalá 1686), incorporó un “Breve epilogo de la vida del ilustrissimo y reverendissimo señor D. Enrique Pimentel, Obispo de Cuenca" (60 páginas, con portada propia).

Enrique Pimentel fue hermano de padre de Domingo (Rodrigo) Pimentel de Zúñiga (1585-1653), obispo de Osma y Córdoba; nombrado cardenal en 1652.


NOTA: Estas notas están extraídas de un trabajo inédito: "El cursus honorum de Enrique Pimentel, obispo de Valladolid y Cuenca (1574-1653)", que verá la luz en la revista Brigecio de 2017, del Centro de Estudios Benaventanos "Ledo del Pozo".

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