jueves, 10 de agosto de 2017

Bodegas ¿guaridas de bandidos?

ARQUITECTURA POPULAR: CASAS Y BODEGAS DE LA COMARCA DE BENAVENTE 

José I. Martín Benito

Bodegas de San Adrián del Valle.
Uno se puede sentir sorprendido por el título de este post, esto es si las bodegas del paisaje de la comarca de Benavente fueron guaridas de bandidos. Nada más lejos de la realidad. Eso fue sólo una ensoñación de algún viajero inglés que estuvo por estos lares a finales del siglo XVIII. Aquí os dejo algunas impresiones.
Ford y su viaje por España, según R. Lewis.
Los edificios notables (castillos, iglesias, conventos...) son los que llaman más la atención de los viajeros y en su descripción se detienen. Sin embargo, rara vez se paran en las construcciones de los lugareños. No obstante, contamos con algunos testimonios. Así, el británico Towsend se refiere a las casas fabricadas con tapial[1]: “los pueblos –dice- no son otra cosa más que una acumulación de chozas de barro”. Estas debían ser de reducidas dimensiones, teniendo en cuenta el espacio que el viajero inglés encontró en posadas como la de Santovenia.

Sebastián de Miñano recoge en su Diccionario la impresión de Jovellanos, al describir las llanuras castellanas que se extienden pasadas la sierra de Guadarrama, en el camino de Madrid a Galicia: el asturiano observó un país “sin casas, cercas, vallados, ni arbolado”, destacando “la pequeñez, la fealdad y el estado miserable y ruinoso de sus edificios”, construidos en su mayor parte de tapial o adobes, lo que achaca a la escasez de piedra, de cal y de madera.

Richard Ford.

Hay también referencias a las bodegas excavadas bajo el subsuelo, que debieron causas “estragos” en el ejército de Moore, según refiere R. Ford: “en San Román de la Valle se excavan en las colinas de tierra blanda bodegas, cuyo contenido fue más fatal para las tropas de Moore que ningún enemigo, pero Baco ha sido siempre más temible para nuestros valientes soldados que Marte, porque sucumben en seguida a la tentación de la bebida (Parte de guerra del 2 de noviembre de 1810), y entonces todo se ha terminado”

En la retirada del ejército británico hacia La Coruña en 1808, Vaughan ya había deparado en estas construcciones: "Vimos unas puertas que conducían a innumerables excavaciones en las bajas colinas de arcilla que, según nos dijeron eran otras tantas bodegas y lagares".

Por su parte, el toparse con estas construcciones, hizo estimular las ensoñaciones de Southey (1795), al cual, cuando las descubre, se les antoja “guaridas de los nativos perseguidos, suevos o godos”, llenas de bandidos.


[1] En el mismo material estaban hechas las murallas de Benavente, según las vio R. Ford hacia 1835: “Cruzando el Esla se levanta Benavente, con sus largas murallas de tierra mezclada con paja”, material este en el que estaban también construidas algunos muros del castillo, a decir del inglés: “, mientras que el material con que está construido es una piedra rojiza, basta e innoble, con bastante cantidad de mezcla de arcilla y paja”.

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