sábado, 7 de abril de 2018

La Inquisición en Ciudad Rodrigo

EL AUTO DE FE DE 1491

José Ignacio Martín Benito


Auto de Fe de 1495. Pedro Berrugete.
La bula Exigit sincerae devotionis, expedida por Sixto IV en noviembre de 1478, aprobaba el establecimiento del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición en los reinos de Castilla y Aragón. Los primeros inquisidores no fueron nombrados sin embargo hasta septiembre de 1480 y comenzaron su actuación en enero de 1481. La represión comenzó por Sevilla, donde en el auto de fe de 1481 fueron quemadas seis personas. Los perseguidos eran los conversos sospechosos de judaizar[1].

El obispado de Ciudad Rodrigo perteneció alternativamente al Tribunal de Llerena y Valladolid, hasta su inclusión definitiva en el de Llerena a partir de 1517[2]. En los últimos años del siglo XV los inquisidores visitaron la ciudad en 1490, 1491 y 1492. Como consecuencia de la visita de 1490, al año siguiente tuvo lugar en Ciudad Rodrigo un Auto de Fe, en el que fueron condenadas y sentenciadas varias personas acusadas de herejía.

Los condenados

Algunos de los condenados eran personas que habían tenido un destacado papel en la vida política y social de la ciudad, caso de Diego Álvarez, escribano de la ciudad y al que pasaron los bienes de Pedro de Chaves por haber apoyado este último al "adversario de Portugal" en la guerra civil o de sucesión a la corona de los reinos de León y Castilla.

Junto a Diego Álvarez, que fue quemado vivo en una tierra a las afueras de la ciudad donde tuvo lugar el Auto de Fe, fueron condenados también Juan de Alcalá, Diego Díaz de Toledo, la mujer de Juan Esteban y Beatriz Alvarez. La condena llevaba aparejada la confiscación de bienes. Así, los bienes de Juan Díez de Toledo fueron, en un principio, entregados al monasterio de San Esteban de Salamanca. Sus familiares consiguieron rescatar la dote de su hija, por valor de 100.000 mrs[3].

Auto de fe. Pedro Berruguete (detalle).
La familia trató de restituir y limpiar el nombre de los condenados. Fue el caso de los familiares de Diego Álvarez, los cuales al año siguiente del Auto de Fe testificaron y juraron en su favor, como hizo Juan Pacheco, su yerno, que "dixo delante de muchas personas, que según lo que conocia del dicho Diego Alvarez el susodicho, que del oyo decir e de como murio como buen cristiano... e dixo mas, que oyo decir a muchas personas, non se acuerda a quien, que Fr. Luis del Rio.... de San Agustin de esta Ciudad Rodrigo, vio por Rebelacion a una muxer que se llamava la de Juan Esteban, que en esta ciudad fue condenada por herexa, e el dicho fraile le preguntava por el dicho Diego Alvarez, e alli le rebelo que el dicho Diego Alvarez estava en el paraiso...". Cita el yerno otros testimonios, como el de Doña Catalina, hija del Maestre de Alcántara y monja en el monasterio de Sancti Spiritus de Valdárrago, en el obispado civitatense, la cual había dicho que en el día del Auto de Fe: "...estando ella en el dicho monasterio... bio bisiblemente a el dicho Diego Alvarez e le preguntó ‑cómo vos non esávades preso por la Inquisicion, e que dicho Diego Alvarez le respondió que antes era quemado e que entraría al paraíso...."[4].
Sambenitos.

Los sambenitos de este Auto de Fe se colgaron en la Catedral, donde aún permanecían en 1623, como da testimonio el inquisidor Juan Santos de San Pedro en su visita a la ciudad: "Yo he venido a esta Ciudad de Ciudad Rodrigo a la visita ordinaria... y hasta ahora no hay cosa particular de que dar aviso a V.Sª mas de que habiendo reconocido los sambenitos que están en la catedral (que son treinta y uno) hallo que no tienen relación de el delicto porque fueron castigados, ni de el año en que lo fueron..."[5].


[1] Como compendio de los distintos autores y obras que se han acercado al tema, véase J. L. González Novalín, "La Inquisición española", en R. García‑Villoslada (dir): Historia de la Iglesia en España. La Iglesia en la España de los siglos XV y XVI (Madrid 1980, 107‑268).
[2] F. Sierro Malmierca, Judíos, moriscos e Inquisición en Ciudad Rodrigo. (Salamanca 1990, 67‑69).
[3] F. Sierro Malmierca, Op. cit. (Salamanca 1990, 38).
[4] F. Sierro Malmierca, Op. cit. (Salamanca 1990, 40).
[5] F. Sierro Malmierca, Op. cit. (Salamanca 1990, 38).


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Este texto está incluido en nuestra obra: "La Iglesia de Ciudad Rodrigo". Historia de las Diócesis españolas. Ávila. Salamanca. Ciudad Rodrigo. BAC 2005, pp. 402-403. 


http://bac-editorial.es/historia-de-las-diocesis/457-iglesias-de-avila-salamanca-y-ciudad-rodrigo.html

1 comentario:

Robleanu dijo...

Como de costumbre intetesantisimo.