jueves, 14 de septiembre de 2017

"El Lugar Viejo": un castro en Yecla de Yeltes

UN POBLADO FORTIFICADO
De la Prehistoria a la Edad Media


Muralla del castro de Yecla.
Uno de los castros más espectaculares de la provincia de Salamanca. Muy recomendable su visita. Conocido como “El Lugar Viejo de Yecla”. Se trata de un poblado fortificado, cuyo origen se remonta a la Segunda Edad del Hierro (siglo V a. C.), que perteneció al pueblo prerromano de los vettones. Como otros castros de la región, a partir del siglo III. a.C. experimentó un proceso de celtiberización. El castro fue romanizado y pervivió hasta la Edad Media.

Ubicación

Su emplazamiento se sitúa en el espacio comprendido entre los arroyos Varlaña y Pozo Ollero en su desembocadura en el río Huebra. Eso le hace prácticamente inaccesible por tres de sus lados.

Defensa

Una de las entradas al recinto fortificado.
El sistema defensivo lo constituye una cerca o muralla de piedra, adaptada a la morfología del terreno. Tuvo seis puertas, algunas de las cuales fueron tapiadas en época medieval. Las entradas se disponen en embudo o esviaje y se refuerzan con bastiones que flanquean las puertas al recinto, lo que hace poder batir a los asaltantes con tiros cruzados. El sistema se refuerza con una barrera de piedras hincadas en las partes más vulnerables del poblado, que son la entrada principal y la zona norte.

El lugar ha deparado el hallazgo de grabados rupestres, tanto en rocas como en sillares de la muralla, donde se representan diversos zoomorfos (caballos, asnos, jabalíes, bóvidos, ciervos), alguna escena de jinete y de caza, espirales, reticulados, cruces....). De entre ellos destaca una cierva amamantando a su cría y una escena de jinetes, y una peña conocida como “Los siete infantes de Lara”. Otras de las piezas prerromanas es la escultura de un jabalí, labrada en granito (verraco).

Grabado. Cierva amamantando a su cría.
Verraco de Yecla.
La romanización

De época romana data un término augustal del s. I. d.C., en el que se marcan los límites entre los mirobrigenses y los polibedenses, así como varias estelas de una necrópolis del Alto Imperio. Buena parte de estas estelas fueron reaprovechadas como material de construcción en las obras de reparación de las murallas que se hicieron en el Bajo Imperio (siglos III-IV d. C).

 De época tardorromana data otra necrópolis, con tumbas formadas por lajas de piedra, de forma rectangular, en las que también se reaprovecharon estelas altoimperiales como piedras laterales de la sepultura. Entre los ajuares localizados, además de los hallazgos cerámicos, destaca un cuchillo o puña “tipo Simancas”. Este tipo de objeto forma parte de ajuares ricos, al tiempo que podría ser un indicio de la posible presencia de tropas, en un periodo marcado por la inseguridad como es el de los siglos IV y V.

Invasiones germánicas

En la limpieza que se llevó a cabo hace unos años en el castro para adecuarlo a las visitas públicas, se localizaron varias puertas que habían sido cegadas o tapiadas. En una de ellas se documentó un derrumbe o nivel de destrucción y bajo este, el esqueleto de un niño con una herida de arma. Se ha supuesto que ello pudo ser debido a un ataque al poblado en la época de las invasiones germánicas dels iglo V d. C. (suevos y visigodos), como sucedió también en el castro de “Las Merchanas”, donde las excavaciones arqueológicas documentaron un nivel de incendio y destrucción de un edificio tardorromano.
Vitrina con objetos de época medieval.


A pesar de ello, la vida continuó en “El Lugar Viejo”, durante la época altomedieval (época visigoda), a tenor de los hallazgos localizados, como dos jarritas piriformes, fechadas entre los siglos VI y VII y fragmentos de pizarras escritas.

Abandono del Lugar Viejo 

El castro continuó ocupado posiblemente hasta el siglo XII. En 1184 el rey Fernando II de León entregó a la iglesia de Santiago y a su arzobispo la villa de “Ecla , en el territorio de Ledesma, en el río Yeltes, con sus términos nuevos y antiguos.

La donación a la iglesia de Santiago de la villa de Ecla, explicaría la advocación de la ermita dedicada al Apóstol, levantada fuera de las murallas. En el interior del castro se levantó otra ermita, denominada Santa María del Castillo. Estas dos son obra de comienzos del siglo XVI, lo que explica la relación de la actual Yecla de Yeltes con el Lugar Viejo.

Museo en Yecla de Yeltes.

Antes de hacer una visita al castro -de acceso libre y gratuito- es muy recomendable cursar una previa al Aula Arqueológica o Museo que hay en la Plaza Mayor del pueblo de Yecla de Yeltes, con una expliación muy didáctica y amena sobre el castro y su evolución a través del tiempo. Es preciso concertar la visita.

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Interior del Museo de Yecla de Yeltes.
Muralla y campo de piedras hincadas.
 
Interior del Museo de Yecla de Yeltes.

1 comentario:

Alberto dijo...

Yo estuve hace unos meses y el lugar esta genial. Me gusto mucho el entorno, pero deberian cuidarlo un poquito mas ya que un lugar con tanta historia por detras deberia tener hasta guias turisticos (puede que los haya pero preguntamos y nadie sabia nada). Ademas de darle el reconocimiento que se merece tanto por el entorno que hay como por la arquitectura que nos ha quedado en pie.